Bogotá D. C., 20 de Febrero de 2025 – Oficina de Comunicaciones HUN -
Fiebre amarilla sale de zonas endémicas en Colombia
Con una mortalidad del 40%, sindromes febriles agudos e ictericia, el virus de la Fiebre Amarilla reaparece en Colombia, dejando preguntas sobre los nuevos mecanismos de transmisión y cómo la enfermedad cambio de las selvas a territorios urbanos en Tolima.
La fiebre amarilla era una enfermedad relativamente frecuente en América Latina, hasta que la higienización y el control de los vectores fueron controlando su propagación. En 1931 se desarrolló una vacuna muy efectiva, que permitió avanzar hasta una cobertura superior al 90% de la población en Colombia antes de la Pandemia, comenta el Dr. Jorge Alberto Cortés, médico Infectólogo del Hospital universitario Nacional de Colombia y docente de la facultad de Medicina UNAL.

la posibilidad latente de reaparición de estos virus
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Su prevalencia ha venido disminuyendo en los últimos 50 años gracias las campañas de vacunación y los esfuerzos en salud pública, comenta el Dr. Cortés, sin embargo, durante este año habido un aumento significativo en el número de los casos, los cuales se concentraban para 2024 principalmente en la región amazónica y en 2025 empezaron a extenderse a zonas urbanas.
En las selvas, los monos son el reservorio del virus y la enfermedad se da por la picadura del mosquito infectado. En las zonas urbanas la transmisión puede deberse al contacto cercano con zonas selváticas o por la introducción del virus a través del humano infectado a zonas con alta densidad de mosquitos, que a su vez transmiten el virus de una persona a otra. Mientras existan los vectores, la enfermedad se puede reintroducir en sitios donde ya estaba contralada, por esta razón se exige vacunación en muchos territorios del mundo, comenta el Dr. Cortés.

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¿Origen selvático o urbano?
Colombia con 10 casos en promedio durante los últimos años, principalmente ubicados en zonas endémicas como Amazonas, Cesar, Guanía, Guaviare, Guajira mantenía control sobre la enfermedad. Lo que estamos viendo en Tolima es que los municipios en donde se está presentando el brote, Cunday, Villarica, Icononzo tienen condiciones montañosas, no selváticas, predominantes de la cordillera Oriental, pero también tienen zonas urbanas pobladas, entonces no sabemos si lo que estamos viendo es un brote trasmitido por los mosquitos o la importación de la enfermedad proveniente de otras zonas endémicas, relata el Dr. Cortés.
Según el docente, la mortalidad de estos casos es superior al 40%, por lo que se requieren unos esfuerzos de salud adicionales para identificar las formas de transmisión y definitivamente avanzar en la vacunación, incluida dentro del plan de inmunización nacional. La vacuna se coloca una sola vez en la vida, es altamente efectiva y muy segura. El país debería apuntarle a un alcance en la vacunación en zonas de riesgo superior al 95%, según relata el Dr. Cortés hoy estamos al 86%.

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La reaparición de estos virus son un riesgo latente, opina el Dr. Cortés, sobre todo en países selváticos donde los reservorios existen y la probabilidad que los colonos que habitan y laboran en las selvas se contagien y exporten la enfermedad de las zonas selváticas a zonas rurales es cada vez más alta.
Pese a las dificultades en el diagnóstico diferencial, por tratarse de un grupo de enfermedades con síndrome febril agudo, hoy es un éxito del sistema haber identificado los pacientes, ya que finalmente podrían haber fallecido y nadie se habría dado cuenta. Según comenta el Dr Cortés, lo más frecuente puede ser dengue, malaria, rickettsiosis, que son enfermedades que pueden matar a las personas, se pueden confundir en los síntomas con la fiebre amarilla y por eso es muy importante diferenciarlas clínicamente.
Somos víctimas de nuestro propio éxito, con 10 casos al año la mayoría de los médicos no han visto fiebre amarilla, estos pacientes no llegan donde estamos los infectólogos, llegan a los caseríos, centros de salud primarios, por eso debemos enseñar a los médicos las condiciones de manejo de los pacientes con sindromes febriles agudos, por debajo de 1800 msnm y siempre sospechar que puede tratarse de algo más, comenta el dr. Cortés
(Por: fin/JGJ/ )