seccion ECBE
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Los puntos de control para el ECBE se definieron teniendo en cuenta momentos clave dentro del proceso integral de atención del paciente con mieloma múltiple en el hospital Universitario Nacional, y se presentan a continuación:
- La realización de estudios de citogenética mediante FISH, así como la medición de los niveles séricos de β2-microglobulina (B2M) y albúmina, constituye un punto de control esencial en el abordaje del mieloma múltiple. Estos análisis permiten establecer la clasificación pronóstica y la estadificación clínica del paciente, aportando información crítica para la toma de decisiones terapéuticas. La identificación de alteraciones cromosómicas a través de FISH ayuda a determinar el perfil de la enfermedad, mientras que la medición de B2M y albúmina contribuye a precisar el riesgo y a orientar las estrategias de tratamiento más adecuadas.
- Evaluación del compromiso óseo: La evaluación del compromiso óseo mediante la realización de una resonancia nuclear magnética de columna total y pelvis o, en su defecto, una tomografía por emisión de positrones, constituye un punto de control clave en el manejo del mieloma múltiple. Estas pruebas de imagen permiten detectar lesiones líticas, compresión medular, fracturas incipientes u otros cambios estructurales que no siempre se evidencian en radiografías convencionales. Al proporcionar una visión detallada del estado óseo, estas herramientas facilitan la determinación precisa del grado de afectación del esqueleto, lo que incide directamente en la elección y el ajuste del plan terapéutico.
- Elegibilidad para trasplante: La determinación de la elegibilidad para el trasplante de células hematopoyéticas constituye un punto de control crítico en el proceso terapéutico del mieloma múltiple. Registrar de manera sistemática la evaluación de los criterios de elegibilidad permite identificar a los pacientes que se benefician potencialmente de esta intervención, así como aquellos que requieren estrategias alternativas de manejo. Dicho registro no solo respalda la toma de decisiones clínicas, sino que facilita la planificación anticipada de los recursos, la coordinación con los equipos especializados y la optimización de los tiempos de intervención.
- Evaluación de respuesta al tratamiento: La evaluación de la respuesta al tratamiento mediante la aplicación sistemática de los criterios del Grupo de Trabajo Internacional sobre Mieloma (IMWG) constituye un punto de control esencial en el manejo del mieloma múltiple. Al adoptar estos criterios estandarizados, se facilita la medición objetiva y reproducible de la efectividad terapéutica, permitiendo identificar rápidamente patrones de mejoría, estabilización o progresión de la enfermedad.
- Seguimiento por hematología: El seguimiento por hematología dentro de los tres primeros meses tras la finalización del tratamiento para mieloma múltiple es un punto de control clave para garantizar la continuidad de la atención y el monitoreo de la evolución clínica del paciente. Establecer y mantener citas de control en este período crítico permite detectar de forma temprana posibles recaídas, complicaciones o efectos secundarios, contribuyendo así a la intervención oportuna y a la prevención de complicaciones.