Comida saludable
  • Dominar el arte de comer bien es esencial para evitar y tratar muchas enfermedades crónicas y entre ellas la diabetes mellitus. La mejor manera de alimentarse no es igual para todas las personas por lo que siempre es ideal apoyarse de un profesional en nutrición; sin embargo hay algunos puntos clave que todos los pacientes con diabetes deberían tener en cuenta:
  • Evite las bebidas azucaradas cómo gaseosas o jugos artificiales: si tiene sed prefiera siempre tomar agua. Si así lo desea puede darle algo de sabor con algunas gotas de limón o mandarina, usar flor de jamaica u hojas de hierbabuena.  
  • Evite el consumo excesivo de sal, sobre todo si también sufre del corazón, de hipertensión arterial o de los riñones; puede proponerse por ejemplo no consumir más de 5 gramos de sal de cocina al día. Recuerde que muchos embutidos, salsas y alimentos industrializados tienen altos niveles de sal.¿Cómo saber que mis riñones están bien?
    • Mire siempre en el etiquetado nutricional la cantidad de sodio de los alimentos. Si estos aportan más de 5% del valor diario se trata de un alimento que no debe ser consumido con frecuencia, alimentos que aportan más de 20% deben ser evitados.
  • Para sazonar los alimentos haga uso de los sazonados naturales como el limón, cilantro, perejil, ajo, diferentes tipos de cebollas, cebollín, apio, jengibre, comino, cúrcuma entre otros.
  • Evite o use con mucha moderación el azúcar de mesa, la panela y la miel;
    • Es importante también mirar el etiquetado nutricional, el “azúcar” añadido a estos alimentos puede ser identificados con muchos otros nombres, como glucosa, sacarosa, dextrosa, jarabe de glucosa, fructosa, oligofructosa, jarabe de fructosa, caramelo, miel, dextrina, maltodextrina, almidón modificado de maíz, almíbares.
  • Preferir carbohidratos complejos provenientes de alimentos naturales como maíz, papa, yuca, bellota, batata, plátano y cereales integrales, como arroz o pastas, en cantidades moderadas que no excedan más de 2 terceras partes del plato de comida.
  • No olvide consumir frutas, verduras y leguminosas cómo frijoles, lentejas o arvejas. Estos alimentos también son fuentes de fibra.
  • Las llamadas “grasas buenas” presentes en aguacate, aceite de oliva o canola, nueces y pescados son muy nutritivas y es recomendable que hagan parte de nuestra alimentación.
  • Respecto a las proteínas animales prefiera carnes blancas cómo aves de corral,  pescado y mariscos sobre las carnes rojas. Los lácteos semidescremados cómo yogur y queso también son fuentes importantes de estos nutrientes. El huevo es una excelente fuente de proteína pero se debe consumir máximo una yema al día. Existen fuentes vegetales de proteínas cómo fríjoles u otras leguminosas o nueces.
  • Una aproximación simplificada sería decir que entre la cuarta parte y la mitad de la energía de los alimentos podría obtenerse de carbohidratos y el resto repartido entre proteínas y lípidos aunque estas proporciones deberán formularse por su nutricionista; recuerde además que algunas enfermedades cómo la enfermedad renal crónica en pacientes con diabetes hacen necesario un ajuste en el consumo de proteínas o algunas enfermedades con problemas de absorción podrían limitar la tolerancia a las grasas.
  • Se han descrito dietas que podría prescribir su nutricionista sin que alguna sea mejor a las demás: Dieta baja en carbohidratos, dieta mediterránea o dieta DASH por nombrar algunos ejemplos. a continuación ofrecemos un ejemplo de dieta que podría resultar práctico para los pacientes con diabetes:
Dieta mediterránea usada en el estudio PREDIMED

Dieta Mediterránea 
Adaptado de 

Estruch R, Ros E, Salas-Salvadó J, Covas M-I, Corella D, Arós F, et al. Primary prevention of cardiovascular disease with a Mediterranean diet supplemented with extra-virgin Olive oil or nuts. N Engl J Med. 2018;378(25):e34.

 

grupo
orden
8