Sobre las
Arritmias
Arritmias cardíacas
Una arritmia cardíaca es un trastorno de la frecuencia cardíaca (pulso) o del ritmo cardíaco, el cual se presenta cuando no funcionan adecuadamente los impulsos eléctricos del corazón. En esta enfermedad el corazón puede latir de manera:
• Rápida → Taquiarritmia.
• Lenta → Bradiarritmia.
• Irregular.
Clasificación de las Arritmias
Por su origen
1. Supraventriculares.
Se originan antes del Haz de Hiz, es decir, en las aurículas o en el nodo auriculoventricular (AV).
2. Ventriculares.
Se originan en los ventrículos.
Por su frecuencia cardíaca (FC)
FC elevada o Taquiarritmias
Se consideran así cuando la frecuencia cardíaca está por encima de los 100 latidos por minuto.
Taquiarritmias supraventriculares
Son arritmias con FC superior a 100 lpm, con origen en las aurículas o en el nodo auriculoventricular y con latidos irregulares sostenidos.
1. Fibrilación auricular (FA).
Se caracteriza por un ritmo cardiaco rápido y totalmente irregular, producido por una actividad eléctrica auricular caótica y con múltiples focos de activación.
Se asocia a un mayor riesgo tromboembólico (formación de coágulos sanguíneos en el corazón que pueden desprenderse e ir por el torrente sanguíneo hasta impactar en un vaso sanguíneo, provocando falta de riego en esa zona).
2. Aleteo o flutter auricular.
Similar a la fibrilación auricular en cuanto al riesgo tromboembólico, pero en este caso la frecuencia cardiaca suele ser regular y en torno a los 150 lpm.
3. Taquicardia auricular.
Se generan en una zona concreta de las aurículas. Suelen ser persistentes (larga duración y difíciles de eliminar) y se asocian a factores como la bronquitis crónica descompensada o el hipertiroidismo.
Taquiarritmias ventriculares
Son arritmias con FC superior a 100 lpm, con origen en los ventrículos. Suelen ser más peligrosas que las taquiarritmias supraventriculares.
1. Fibrilación ventricular.
Alteración del ritmo cardiaco consistente en una gran desorganización de los impulsos ventriculares con ausencia de latido efectivo. Los ventrículos tiemblan en vez de contraersen coordinadamente.
2. Taquicardia auricular.
Son impulsos ventriculares a una frecuencia de más de 100 latidos por minuto (lpm) y que dura más de 30 segundos.
3. Contracciones ventriculares prematuras o extrasístoles ventriculares.
Es un impulso que surge de un punto aislado del ventrículo (foco ectópico) y que se anticipa respecto al ritmo habitual, seguido normalmente de una pausa hasta el siguiente latido normal (pausa compensadora).
FC disminuida o Bradiarritmias
1. Bradicardia sinusal.
El impulso cardiaco se genera y conduce normalmente, pero con una frecuencia inferior a 60 lpm.
2. Enfermedad del nodo sinusal y bloqueos sinoauriculares.
Producida por problemas en el nodo sinusal (origen del impulso eléctrico) o para su transmisión del nodo sinusal a las aurículas.
3. Bloqueos auriculoventriculares.
Se producen cuando el estímulo eléctrico no se conduce adecuadamente desde las aurículas a los ventrículos.
Factores de riesgo

Enfermedades del corazón: ataque cardíaco, enfermedad de las válvulas del corazón, Insuficiencia cardíaca.

Desequilibrio electrolítico.

Hipertensión (presión arterial alta).

Enfermedad de la tiroides.

Apnea obstructiva del sueño.

Anomalías cardíacas desde el nacimiento.

Consumo excesivo de cafeína.

Cirugías cardíacas previas.

Consumo excesivo de alcohol, tabaco y drogas ilegales (anfetaminas y cocaína).
Causas
Problemas con el sistema eléctrico del corazón
• El impulso eléctrico no se genera adecuadamente.
• El impulso eléctrico se origina en un sitio erróneo.
• Los caminos para la conducción del impulso eléctrico están alterados.

Hipertensión arterial.

Ataque al corazón o daño al miocardio por un ataque al corazón pasado.

Consumo de alcohol, tabaco y/o drogas estimulantes.

Hipertiroidismo o hipotiroidismo.

Insuficiencia cardíaca o agrandamiento del corazón.

Enfermedad cardíaca congénita (desde el nacimiento).
Síntomas
Síntomas más comunes

Sudoración

Dolor en el pecho

Falta de aire (disnea)

Sensación de aleteo, palpitaciones fuertes o latidos acelerados en el pecho (siente que su corazón late rápido o irregularmente
Otros síntomas

Palidez

Sensación de cansancio

Desmayos

Ansiedad

Sensación de desvanecimiento,
mareos o vértigos
Diagnóstico

Anamnesis completa

Examen físico con énfasis en el sistema cardiovascular

Sistemas de monitoreo cardíaco como Holter

Ecocardiograma

Electrocardiograma

Prueba de esfuerzo

Estudio electrofisiológico
Tratamiento
Cuando una arritmia es severa, usted puede requerir un tratamiento urgente para restablecer el ritmo normal. Esto puede incluir:
• Terapia eléctrica (desfibrilación o cardioversión).
• Implantación de un marcapasos cardíaco temporal.
• Medicamentos antiarrítmicos a través de una vena o por vía oral.
Los medicamentos antiarrítmicos pueden usarse para:
• Impedir que una arritmia se presente de nuevo.
• Evitar que su frecuencia cardíaca se vuelva demasiado rápida o lenta.
Otros tratamientos
• Ablación cardíaca: usada para contrarrestar las áreas en el corazón que pueden estar causando problemas de ritmo cardíaco.
• Desfibrilador cardioversor implantable, el cual se coloca en las personas que están en alto riesgo de muerte cardíaca súbita.
• Marcapasos permanente: dispositivo que detecta cuando su corazón está latiendo demasiado lento. Este envía una señal al corazón que lo hace latir al ritmo correcto.
Pronóstico
• El pronóstico depende en parte del lugar de origen de la arritmia: nódulo sinusal, aurículas, nódulo auriculoventricular o ventrículos.
• En general, las arritmias que se originan en los ventrículos son más graves que las que se originan en las aurículas y estas, a su vez, son más graves que las que se originan en el nódulo sinusal o en el nódulo auriculoventricular.
• La mayoría de los ritmos cardíacos anormales (arritmias) no producen síntomas ni interfieren en la capacidad del corazón para bombear la sangre. Por lo tanto, implican poco o ningún riesgo, aunque pueden ocasionar una gran ansiedad cuando se toma conciencia de ellas.
Prevención

Hacer ejercicio por lo menos durante 30 minutos casi todos los días de la semana.

Dieta baja en sal y grasas saturadas.

Mantener un peso saludable.

Controlar la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes.

Higiene del sueño.

Limita o evita el consumo de cafeína y alcohol.

No fumar

Revisar la función cardiaca regularmente.

Tomar medicamentos según prescripción médica.

Evitar la deshidratación y el desequilibrio de electrolitos.

Controlar los factores que generen estrés